jueves, 21 de agosto de 2008

Éste es el texto para una de las primeras premisas del año...

En el escenario, el tipo con ropa de boxeador entrenando en el gimnasio. Por adelante una piola con unos 15 globos atados con forma de corazón, que el tipo va pinchando a trompadas a medida que dice su parlamento.

Empieza a sonar "Cocaine Blues" de Johnny Cash.


La pibita pasa todos los días frente a casa cuando va al liceo. Debe tener quince, dieciséis como mucho. No sabés, flaco, una masita: unas tetitas, un honguito. Todos los días: “Buen día”- porque es como lelita, ¿viste?- y yo “Buen día, ¿cómo te va?”. Y la croqueta así. Pero yo piola, sentadito en la puerta de casa, tomando mate: “Buen día”, “Buen día, ¿cómo te va?”. Unas ganas de desflecarla, mi amor, te chupo el culo hasta escupir marrón. Y ella como una pelotuda- caperucita roja saludando al lobo. Bueno hete aquí que una noche, hace poco, después de meses de este bailecito, voy y sueño con ella... No te puedo explicar lo que fue. Le di como si no hubiera un mañana, flaco, la cogí por todos lados, en blanco y negro, en colores, en todas la posiciones, que atrás, que adelante, que arriba, que abajo, carretilla. Y la bobita, bien bobita, enferma, cosita. Y mamaba y mamaba como un ternerito, y en un momento me pongo a romper las bolas y le mando algún viajecito a las costillas; TIQUI - una cortita como para que no pare – “Dale, lelita, vamos todavía”. Y le gustaba a la muy degenerada – a ustedes les gusta un sacudón de vez en cuando, son bien turritas todas, ¿o miento? Y jodiendo, jodiendo, PIMBA, una cortita a la pera – “Uy, que bandido” – TACA, patadita en el culo – “Ah, que risa, ¿no? – PUMBA, le doy la cabeza contra la pared – PUMBA, de vuelta. Y sangre. Le entra a salir sangre. Le corre por la cara. Se pone blanca del julepe. Me mira aterrorizada. Yo la miro con bronca, estoy ofendido – “¿A quién le ganaste?”. Cae contra la pared, me mira otra vez- “¿Qué quiere que haga?”. Me voy para una esquina del cuarto y le digo: “JODETE”. Y me despierto. Esa mañana me siento en la puerta de casa a tomar mate y esperar que pase, como siempre. En eso la veo llegar... Pero esta vez va por la vereda de enfrente. Va toda acobachada, asustadita, con los ojos en el suelo. No me mira. No saluda. “Buen día” le grito desde casa. La mina aprieta las nalgas, apura el paso ¡ni se anima a levantar la vista! Se va cagadísima, sin hablarme ni mirarme... Es como si hubiera visto mi sueño. ¿Qué cornos? ¿Lee la mente? ¿Es coincidencia nada más? Que se vaya a la puta que la parió; ¿a quién le ganaste? Me paro y antes de que esté demasiado lejos le grito bien fuerte, como para que pueda oírme: “¡JODETE!”.

A mi siempre me fue mejor con la tercera edad. Las viejas, bo, las viejas me adoran. Les hecho flitt, te podés imaginar.

¡Que se vayan a la mierda! Que se vayan a la mierda todas las viejas de mierda, gordas y cotorrudas. Todas las viejas de mierda que manejan y que se van de excursión. Y que se vallan a la mierda todos los tipos que son viejas y que son más viejas que las viejas. Todos los tipos que van de la mano con una vieja, que se les pudra la mano y se les caiga. Los viejos que parecen viejas, las viejas que parecen viejos, todos. Yo no soy nada. Apenas puedo moverme. Todo me da asco. Un día empecé a inflar una burbuja para mantenerme inmune a las viejas.
Pero tengo la impresión de que hay una fisura y que las viejas se filtraron y ahora ya no sé hasta qué punto no soy yo también una de ellas. Cada vez que compro mentitas suaves, cada vez que un pibe me camina atrás y me da miedo y paro para que me pase y después me siento más tranquilo ¿qué mierda soy? ¿Cómo se metió? ¿Cómo me la saco?
Vos también vas a ser una vieja de mierda, hermano; tené cuidado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero querido........ que lindo texto!!!!!! lo fe li ci to..
Me cague de risa lamento habermelo perdido
con amor... Laurentis

Anónimo dijo...

Ben-G Shock!!
Un placer haber sostenido los globos durante tan cruel relato, una delicia!
Por siempre REA,
Sofía.